Synopsis

Proposes an action agenda for business, governments, and civil society to reverse ecosystem degradation.

Executive Summary

Nature provides the conditions for a healthy, secure, and fulfilling existence. Among the many benefits people receive from nature are fresh water, food, protection from floods, and spiritual enrichment. It is hard to think of a development or investment decision that doesn't in some way depend upon and affect nature.

Launched in June 2001 and involving more than 1,300 leading scientists from 95 nations, the Millennium Ecosystem Assessment (MA) is a ground-breaking study on how humans have altered ecosystems, and how changes in ecosystem services affect human well-being, both now and in the future.

Integrating findings at the local, regional, global scales and from alternative intellectual traditions, the Millennium Ecosystem Assessment presents a stark account of the mismanagement of these services. Of the 24 ecosystems assessed, only four have shown improvement over the past 50 years. A startling 15 are in serious decline. Five hang in the balance. But we don't have to continue down this path.

Using the Assessment as its backdrop, Restoring Nature's Capital proposes an action agenda for business, governments, and civil society to reverse ecosystem degradation.

Drawing on the recommendations of 17 contributing authors, WRI's own series of World Resources reports, and the good work of many others, it sets out to answer the thorny question of what changes must be made to ensure that ecosystems can meet the needs of today's and future generations.

The authors contend that governance---who makes decisions, how they are made, and with what information---is at the heart of sustaining healthy ecosystems. With this as their fundamental tenet, the authors present an action agenda for reversing degradation of ecosystems and sustaining their capacity to provide vital services for generations to come. The action agenda identifies how decisions about development projects and investments can be made in ways that lead to healthy ecosystem services. These decisions, made by local and national governments, corporations, and international financial institutions, involve billions of dollars, affect huge swaths of land and water, and affect millions of people.

Resumen en Español

Restaurando El Capital Natural: Un Programa de Acción Para Sustentar Los Servicios Ecosistémicos

La naturaleza ofrece las condiciones para una existencia sana, segura y plena. El agua dulce, los alimentos, la protección contra las enfermedades y el enriquecimiento espiritual son algunos de los numerosos beneficios que las personas reciben de la naturaleza. Es difícil pensar en una decisión de desarrollo o inversión que no dependa de la naturaleza ni la afecte de algún modo.

Lanzada en junio de 2001 con la participación de más de 1300 científicos destacados de 95 países, la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (EM) es un estudio pionero sobre cómo los humanos han alterado los ecosistemas y cómo los cambios en los servicios de los ecosistemas afectan el bienestar de los humanos, tanto en el presente como en el futuro.

A través de la integración de resultados de escala local, regional y global y de tradiciones intelectuales alternativas, la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio presenta un riguroso informe sobre la mala administración de estos servicios. De los veinticuatro ecosistemas evaluados, sólo cuatro han mejorado en los últimos 50 años. Un dato alarmante es que quince están en grave estado de deterioro. No se puede garantizar el destino de los otro cinco. Pero no es necesario que sigamos este camino.

Con la Evaluación como telón de fondo, La restauración del capital de la naturaleza propone un plan de acción para que las empresas, los gobiernos y la sociedad civil reviertan la degradación de los ecosistemas.

A partir de las recomendaciones de los 17 autores participantes, la propia serie de informes de Recursos Mundiales de WRI y la buena labor de muchos otros, la obra aspira a responder la complicada pregunta de qué cambios deben implementarse para garantizar que los ecosistemas puedan satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras.

Los autores argumentan que el ejercicio de la autoridad —quién toma las decisiones, cómo se toman y con qué información— es esencial a la hora de preservar los ecosistemas sanos. Con este principio fundamental, los autores presentan un plan de acción para revertir la degradación de los ecosistemas y preservar su capacidad para brindar servicios vitales a las generaciones venideras. El plan de acción identifica cómo se pueden tomar decisiones sobre proyectos de desarrollo e inversiones de modo tal que conserven los servicios de los ecosistemas sanos. Estas decisiones, tomadas por los gobiernos locales y nacionales, las compañías y las instituciones financieras internacionales, implican miles de millones de dólares, abarcan enormes franjas de tierra y agua y afectan a millones de personas.